Para que las joyas de tus piercings luzcan como nuevas durante el mayor tiempo posible, te recomendamos lo siguiente:

1) Elimina la suciedad con suero fisiológico:

Sumerge o empapa tu joya con suero fisiológico durante un par de minutos. Agita la solución y déjala por un par de minutos más. Luego enjuaga tu joya con agua fría. Deja que se enfríe al aire o usa un paño limpio. Elimina los restos del suero y asegúrate de seguir el paso #3.

2) Usa jabón antiséptico para prevenir el mal olor

Limpia tus joyas con jabón, asegurándote de limpiar todos los recovecos de tu joya. A continuación, enjuágala con agua fría. Si la joya está chapada, déjala secar al aire. Recuerda que el papel puede producir pequeñas rayaduras en el chapado de tu joya, así que evita usarlo para secarla.

3) Saca brillo a tus joyas para piercings con un paño de microfibra

A los chapados con acabado en oro, plata y platino no debes sacarles brillo por demasiado rato, ya que el chapado se estropea. Hazlo suavemente y con cuidado de no dejar marcas.

Puedes ejercer más presión cuando saques brillo a las joyas sin chapado.

4) Guárdalas con mimo

Cuando no lleves tus joyas, guárdalas en un joyero que esté seco, oscuro y forrado para que no se estropeen.

5) Lo más importante

Quítate las joyas cada vez que te duches, vayas a nadar, hagas ejercicio o tengas que sudar mucho, igual que te quitarías un collar, una pulsera o cualquier otro tipo de joya. Si lo haces, verás efectos positivos en el aspecto de tus joyas a largo plazo.